Los niveles de protección contra el agua
Aquí entramos en un terreno de arenas movedizas porque el agua es uno de los materiales que penetra tarde o temprano en cuanto localice el más mínimo espacio por el que colarse. Las pruebas no pueden realizarse con en el caso del polvo, con
esferas de agua para medir la capacidad de penetración, así que los experimentos se establecen en base al caudal de entrada o no entrada, y a la presión que el agua debe tener para lograr penetrar. Si es que lo logra. También entra en juego el tiempo.
Éste es el grado de protección más importante pues aunque el polvo puede llegar a provocar un mal funcionamiento de un aparato eléctrico, el agua sí que acabará con él. Pues si no lo logra de forma inmediata a través de un cortocircuito, lo conseguirá con el paso del tiempo y la corrosión. Es por ello que resulta más protegido un teléfono con un segundo valor de la IP más alto. Frenar la entrada de agua es clave.
- Nivel 0: El terminal no tiene ningún tipo de protección contra el agua.
- Nivel 1: Se suele resumir en que el terminal es resistente a la entrada de agua por goteo, la que cae desde 200 milímetros de altura sobre el dispositivo. Debe resistir diez minutos.
- Nivel 2: Seguimos con el goteo aunque en este caso el dispositivo se va rotando 15º en busca de fisuras por las que pueda penetrar el agua. También debe resistir diez minutos.
- Nivel 3: Aquí hablamos de algo más que de goteo, de agua nebulizada o, en cristiano, de agua en spray. Establece que debe resistir una proyección de once litros por minuto durante cinco minutos.
- Nivel 4: Del spray pasamos al chorro de agua, propiamente dicho. Nuevamente diez litros por minuto durante cinco minutos, y con el agua a un presión de entre 80 y 100 kilonewtons por metro cuadrado. En estos experimentos hay que ser muy específico.
- Nivel 5: Seguimos en los chorros de agua, ahora subimos a 12,5 litros por minuto, bajamos a 30 kN/m2 y la boquilla debe tener 6,3 milímetros. Así, el teléfono debe resistir al menos durante tres minutos.
- Nivel 6: Nos volvemos locos soportando 100 litros por minuto con 100kN/m2 y con boquillas de 12,5 milímetros. De nuevo, tres minutos. La protección se pone seria, pero ahora aumenta.
- Nivel 7: Ya estamos aquí, teléfonos sumergibles. El teléfono debe aguantar 30 minutos a un metro de profundidad sin que entre nada de agua.
- Nivel 8: Inmersión completa y continua. Aquí ya no hablamos de tiempos ni de profundidades, sino de que el fabricante certifica números concretos y debe especificarlos a la hora de hacer la prueba. El requisito es que sean números más "duros" que el grado 7. Es decir, más de un metro, más de 30 minutos. La realidad es que está más o menos estandarizado: certificar IPX8 implica aguantar a 1,5 metros durante 30 minutos.
- Nivel 9: O el nivel del caos. En este experimento entra en juego el agua a presión y a alta temperatura. De 80 a 100 bares de presión a 80 grados. Como decimos, una locura.
- Xiaomi afirma que el proceso que convierte un teléfono en estanco, y por tanto en resistente al agua, es costoso y poco eficiente
Un caso curioso es el de Xiaomi, que nunca ha certificado ninguno de sus terminales contra polvo y agua, pese a que quizá puedan tener resistencia en los niveles menores. El fabricante chino, sin embargo, considera que la estanqueidad de un teléfono móvil con los procesos actuales es algo caro y poco eficiente.