Un uniforme con efecto camaleón es uno de los recientes inventos de los científicos de la Universidad Técnica de Liberec, que permite camuflarse a los soldados según el entorno en el que operan.
Foto: archivo de la Universidad Técnica de Liberec
El Ejército de la República Checa viste en el terreno dos tipos de uniformes: el camuflaje de bosque y otro de color arena, al que los soldados dan uso especialmente en sus misiones en Afganistán o Iraq.
Gracias a pigmentos termocrómicos, un solo uniforme es capaz de camuflarlos con los colores verde y marrón en el bosque y de color de arenisca en el desierto, según explica la jefa del desarrollo, Martina Viková, de la Cátedra de Ingeniería de Materiales de la Universidad Técnica de Liberec.
Martina Viková con su equipo, foto: archivo de la Universidad Técnica de Liberec
En cuanto la temperatura supera los 35 ºC o 37 ºC, esto depende del pigmento que se usa en el estampado, el uniforme se convierte en color arena, ya que se supone que la temperatura sube en lugares sin vegetación, como desiertos. Usamos como base el camuflaje de arena básico y lo estampamos a través de los pigmentos con el camuflaje verde de bosque”.
Con las sequías que afectan cada vez más al territorio checo, el camuflaje del desierto podría tener mayor uso también en Chequia. La Cátedra de Ingeniería planea desarrollar esta tecnología más allá de la temperatura natural, explica Viková.
Foto: archivo de la Universidad Técnica de Liberec
“Es posible y espero que en el futuro se logre desarrollar, en colaboración con el Instituto Militar de Desarrollo, colocar dentro del uniforme un sistema que cambie la temperatura según las necesidades del soldado. Aparecieron objeciones como qué pasaría si a partir de los 37 ºC el camuflaje cambiara al color arena mientras que el soldado sigue en un bosque. Con este sistema sería posible regular el uniforme dependiendo de las circunstancias”.
La Universidad Técnica de Liberec lleva colaborando con el Ejército en el desarrollo del camuflaje desde hace varios años y algunos de sus especialistas participaron en el proceso.
“Nos enteramos de que el Ejército podría estar interesado. Por supuesto, existen muchos sistemas de camuflaje que se usan a nivel internacional, así que somos capaces de adaptarlo a cualquier ejército. Existen otros sistemas y somos capaces de arreglar el efecto de camuflaje según las necesidades de las Fuerzas Armadas. Ejércitos de varios países han acudido a nosotros, pero yo soy patriota y lo tiene el Ejército checo”.
Protección de bebés
Los pigmentos pueden tener uso útil también en la protección de los más pequeños. Se aplican en ropa para bebés con el fin de indicar la subida de su temperatura corporal y advertir de un posible problema.
Foto ilustrativa: Kristýna Maková“
Cuando sube la temperatura del bebé a 37 ºC, el dibujo en su ropa desaparece. La temperatura puede subir por sí sola en el carrito, y así la mamá sabe que el bebé está sobrecalentado. También tenemos cobijas, almohaditas y sábanas que reaccionan y monitorean la temperatura en el cochecito”.
De momento, la ropa para bebés no se fabrica comercialmente y la Universidad está en busca de inversionistas interesados. La ropa aspira a tener también otro uso: indicar a las personas en qué lugares ponerse más crema solar para protegerse ante la radiación ultravioleta.
El laboratorio de la Cátedra de Ingeniería de Materias de la Universidad Técnica de Liberec nació hace 20 años con el fin de solucionar problemas de coloreado de materiales y producción.
Foto: archivo de la Universidad Técnica de Liberec
El Ejército de la República Checa viste en el terreno dos tipos de uniformes: el camuflaje de bosque y otro de color arena, al que los soldados dan uso especialmente en sus misiones en Afganistán o Iraq.
Gracias a pigmentos termocrómicos, un solo uniforme es capaz de camuflarlos con los colores verde y marrón en el bosque y de color de arenisca en el desierto, según explica la jefa del desarrollo, Martina Viková, de la Cátedra de Ingeniería de Materiales de la Universidad Técnica de Liberec.
Martina Viková con su equipo, foto: archivo de la Universidad Técnica de Liberec
En cuanto la temperatura supera los 35 ºC o 37 ºC, esto depende del pigmento que se usa en el estampado, el uniforme se convierte en color arena, ya que se supone que la temperatura sube en lugares sin vegetación, como desiertos. Usamos como base el camuflaje de arena básico y lo estampamos a través de los pigmentos con el camuflaje verde de bosque”.
Con las sequías que afectan cada vez más al territorio checo, el camuflaje del desierto podría tener mayor uso también en Chequia. La Cátedra de Ingeniería planea desarrollar esta tecnología más allá de la temperatura natural, explica Viková.
Foto: archivo de la Universidad Técnica de Liberec
“Es posible y espero que en el futuro se logre desarrollar, en colaboración con el Instituto Militar de Desarrollo, colocar dentro del uniforme un sistema que cambie la temperatura según las necesidades del soldado. Aparecieron objeciones como qué pasaría si a partir de los 37 ºC el camuflaje cambiara al color arena mientras que el soldado sigue en un bosque. Con este sistema sería posible regular el uniforme dependiendo de las circunstancias”.
La Universidad Técnica de Liberec lleva colaborando con el Ejército en el desarrollo del camuflaje desde hace varios años y algunos de sus especialistas participaron en el proceso.
“Nos enteramos de que el Ejército podría estar interesado. Por supuesto, existen muchos sistemas de camuflaje que se usan a nivel internacional, así que somos capaces de adaptarlo a cualquier ejército. Existen otros sistemas y somos capaces de arreglar el efecto de camuflaje según las necesidades de las Fuerzas Armadas. Ejércitos de varios países han acudido a nosotros, pero yo soy patriota y lo tiene el Ejército checo”.
Protección de bebés
Los pigmentos pueden tener uso útil también en la protección de los más pequeños. Se aplican en ropa para bebés con el fin de indicar la subida de su temperatura corporal y advertir de un posible problema.
Foto ilustrativa: Kristýna Maková“
Cuando sube la temperatura del bebé a 37 ºC, el dibujo en su ropa desaparece. La temperatura puede subir por sí sola en el carrito, y así la mamá sabe que el bebé está sobrecalentado. También tenemos cobijas, almohaditas y sábanas que reaccionan y monitorean la temperatura en el cochecito”.
De momento, la ropa para bebés no se fabrica comercialmente y la Universidad está en busca de inversionistas interesados. La ropa aspira a tener también otro uso: indicar a las personas en qué lugares ponerse más crema solar para protegerse ante la radiación ultravioleta.
El laboratorio de la Cátedra de Ingeniería de Materias de la Universidad Técnica de Liberec nació hace 20 años con el fin de solucionar problemas de coloreado de materiales y producción.