Los fabricantes de dispositivos vestibles o ‘wearable electronics’ tienen un reto fundamental para mantener la integridad de los consumidores, el cual reside en mitigar el exceso de calor en las pilas que puedan originar explosiones o descomposturas de los dispositivos.
La era de la electrónica vestible o mejor conocida como ‘wearable electronics’ continúa creciendo su nicho de negocios con innumerables dispositivos portátiles como los relojes inteligentes, brazaletes y anillos con sensores, playeras luminosas, mochilas escolares con módulos fotovoltáicos de recarga, y gafas inteligentes, por mencionar algunos.
No obstante, uno de los grandes retos para las compañías fabricantes de estos dispositivos, así como para los emprendedores que deseen en su momento participar en el segmento con algún proyecto innovador, será la gestión térmica de sus baterías recargables, de tal manera que eviten sobrecalentamiento y en grados mayores explosiones de las mismas que puedan dañar a los usuarios.
Por esta razón, el gobierno de Estados Unidos, a través de sus principales dependencias industriales creó la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC), la cual se ha dado a la tarea de monitorear los retos tecnológicos de los sistemas electrónicos modernos, dando paso a una serie de investigaciones de campo para detectar, documentar y prevenir a través de regulaciones y estandarizaciones de diseño y manufactura de dispositivos electrónicos con baterías recargables.
Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC, por sus siglas en inglés).
La CPSC tiene como objetivo monitorear el comportamiento de los aparatos electrónicos portátiles que utilizan baterías recargables con el fin de mejorar su vida útil y prevenir los riesgos asociados al sobrecalentamiento de las pilas.
En su reporte der campo titulado: “Litium-ion Battery Project Overview and Staff Recommendations for Revising IEEE Voluntary Standars”, la CPSC publica una serie de datos interesantes sobre cómo está dividido el mercado de los productos electrónicos que utilizan baterías recargables de Litio-ion, incluyendo el sector creciente de la electrónica vestible y los riesgos que significa el no contar con un adecuado esquema de gestión de temperatura al momento de diseñar los aparatos.
La CPSC ha analizado decenas de productos electrónicos.
Los analistas que formaron parte de este trabajo, afirman que actualmente no basta con utilizar etiquetas de advertencia e imprimir esfuerzos convencionales de divulgación sobre el uso y riesgos del uso de aparatos electrónicos para los consumidores, ahora mismo se necesitan esfuerzos mayores para elevar la seguridad de estos productos en vista del crecimiento del mercado que ha sido patente en nuestros días.
Los expertos del CSPC refieren que en general, los datos refuerzan el enfoque múltiple del personal para mejorar la seguridad de las baterías mediante la promoción de las mejores prácticas de diseño y fabricación, la participación en los esfuerzos para actualizar los requisitos de las normas voluntarias necesarias y campañas de educación u orientación a los consumidores.
Algunas de las sugerencias de la CPSC incluyen mejores prácticas y supervisión de calidad por parte de las compañías fabricantes.
Durante el 2018, la Comisión liberó un informe sobre las baterías de alta densidad de energía, se constató que en un período de cinco años registraron más de 25,000 incidentes relacionados al sobrecalentamiento e incendios de al menos 400 tipos de productos electrónicos alimentados con baterías de Llitio-ion.
En el documento que puede ser descargado en formato PDF, la CSPC comparte datos adicionales sobre el perfil de los productos con mayor demanda en los últimos años, siendo uno de los segmentos con mayor crecimiento el de electrónica vestible o ‘wearable’, por lo que hizo un exhorto a los diseñadores y fabricantes de estos dispositivos a prestar mayor atención a la manera en cómo gestionan la alimentación energético del aparato mediante la aplicación de baterías recargables de Litio-ion.
Interesante saber la constante investigación para alcanzar el perfeccionamiento y seguridad del mundo wearable.
La era de la electrónica vestible o mejor conocida como ‘wearable electronics’ continúa creciendo su nicho de negocios con innumerables dispositivos portátiles como los relojes inteligentes, brazaletes y anillos con sensores, playeras luminosas, mochilas escolares con módulos fotovoltáicos de recarga, y gafas inteligentes, por mencionar algunos.
No obstante, uno de los grandes retos para las compañías fabricantes de estos dispositivos, así como para los emprendedores que deseen en su momento participar en el segmento con algún proyecto innovador, será la gestión térmica de sus baterías recargables, de tal manera que eviten sobrecalentamiento y en grados mayores explosiones de las mismas que puedan dañar a los usuarios.
Por esta razón, el gobierno de Estados Unidos, a través de sus principales dependencias industriales creó la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC), la cual se ha dado a la tarea de monitorear los retos tecnológicos de los sistemas electrónicos modernos, dando paso a una serie de investigaciones de campo para detectar, documentar y prevenir a través de regulaciones y estandarizaciones de diseño y manufactura de dispositivos electrónicos con baterías recargables.
Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC, por sus siglas en inglés).
La CPSC tiene como objetivo monitorear el comportamiento de los aparatos electrónicos portátiles que utilizan baterías recargables con el fin de mejorar su vida útil y prevenir los riesgos asociados al sobrecalentamiento de las pilas.
En su reporte der campo titulado: “Litium-ion Battery Project Overview and Staff Recommendations for Revising IEEE Voluntary Standars”, la CPSC publica una serie de datos interesantes sobre cómo está dividido el mercado de los productos electrónicos que utilizan baterías recargables de Litio-ion, incluyendo el sector creciente de la electrónica vestible y los riesgos que significa el no contar con un adecuado esquema de gestión de temperatura al momento de diseñar los aparatos.
“Los productos finales que no mantienen las baterías dentro de una región de operación segura son de interés primordial. Los riesgos de incendio y sobrecalentamiento asociados pueden mitigarse en cierta medida mediante el cumplimiento de las normas pertinentes sobre componentes y productos y el uso de prácticas de diseño seguras”, menciona textualmente la CSPC. “Sin embargo, algunos de los problemas de control de calidad y de seguridad del proceso de fabricación de las pilas pueden no ser mitigados por los diseños adecuados. Las fallas en la flexión de cables, la exposición a impactos severos (caídas o aplastamiento) o ambientes (agua, calor y frío) también pueden afectar la seguridad de la batería y del paquete de las pilas, y pueden ser iniciadas o exacerbadas por el comportamiento del consumidor”, agrega el documento.La CPSC ha analizado decenas de productos electrónicos.
Los analistas que formaron parte de este trabajo, afirman que actualmente no basta con utilizar etiquetas de advertencia e imprimir esfuerzos convencionales de divulgación sobre el uso y riesgos del uso de aparatos electrónicos para los consumidores, ahora mismo se necesitan esfuerzos mayores para elevar la seguridad de estos productos en vista del crecimiento del mercado que ha sido patente en nuestros días.
Los expertos del CSPC refieren que en general, los datos refuerzan el enfoque múltiple del personal para mejorar la seguridad de las baterías mediante la promoción de las mejores prácticas de diseño y fabricación, la participación en los esfuerzos para actualizar los requisitos de las normas voluntarias necesarias y campañas de educación u orientación a los consumidores.
Algunas de las sugerencias de la CPSC incluyen mejores prácticas y supervisión de calidad por parte de las compañías fabricantes.
Durante el 2018, la Comisión liberó un informe sobre las baterías de alta densidad de energía, se constató que en un período de cinco años registraron más de 25,000 incidentes relacionados al sobrecalentamiento e incendios de al menos 400 tipos de productos electrónicos alimentados con baterías de Llitio-ion.
En el documento que puede ser descargado en formato PDF, la CSPC comparte datos adicionales sobre el perfil de los productos con mayor demanda en los últimos años, siendo uno de los segmentos con mayor crecimiento el de electrónica vestible o ‘wearable’, por lo que hizo un exhorto a los diseñadores y fabricantes de estos dispositivos a prestar mayor atención a la manera en cómo gestionan la alimentación energético del aparato mediante la aplicación de baterías recargables de Litio-ion.
Interesante saber la constante investigación para alcanzar el perfeccionamiento y seguridad del mundo wearable.
