Para los que estamos metidos en el mundo de los smartwatches, seguramente habréis leído hace poco varias noticias donde se hablaba del crecimiento casi exponencial que iban a tener las ventas de los relojes inteligentes para el 2018. Queda mucho, es verdad y a mi parecer, es aventurarse demasiado en temas de predicción.
Si analizamos lo que ha pasado el último año, la cosa es bastante increíble. Apareció el Pebble, con dos características claves:
- Podías ver la hora en exteriores bajo un sol de justicia y no tenías que adivinarla.
- Su batería duplicaba la de cualquier smartwatch anterior.
Como para gustos están los colores, las empresas lo vieron venir. Yo personalmente, prefiero un reloj más estético y nunca me interesé mucho en un reloj deportivo. Por supuesto, muchos otros sí lo quieren o lo necesitan.
Hasta el momento el target, o lo que es lo mismo, los clientes objetivo eran gente que usarían las funciones de su reloj para practicar deporte. Grupo reducido la verdad.
Así que sucedió lo siguiente:
Ampliación de mercado
Aparecieron los relojes “bonitos”: Sony Smartwatch 2, Galaxy Gear, Qualcomm Toq… dando una alternativa al cliente, pudiendo elegir de esta manera el que más se ajuste a sus necesidades.
Es tan fácil como que nadie, o muy poca gente va a quererhacer deporte con el Sony Smartwatch 2, pero tampocoir a una entrevista de trabajo con el Kreyos.
Pero no queda ahí la cosa.
Cuando nadie quiere un Smartwatch: nuevos competidores
De repente, aparece en mi opinión, el reloj que hizo que el Smartwatch 2 o el Galaxy Gear pasen de ser relojes interesantes a “no están mal”. Qualcomm Toq. ¿Tener una pantalla a color que se vea bien y que dure la batería días? IMPENSABLE. Después del efecto Pebble, este es para mí un gran punto de inflexión.
Esto todo ha sucedido en un periodo de tiempo increíblemente corto, donde no para de haber gente que dice de todo. Mis expresiones preferidas son:
- “otra manera cara de copiar en los exámenes”
- “ridículo gastarse 200 euros en algo que hace el móvil”
- “Gastarse tanto dinero para no sacarse el móvil del bolsillo!”
Hacer un ejercicio de memoria y acordaros que pasó con las tablets. Fracasaron en un primer intento (mal intento la verdad) y volvieron con el apoyo de las grandes compañías apostando fuerte por ellas, hecho que hizo que la competencia se disparara.
Nadie quería una, y ahora todo el mundo tiene una.
Y cumpliendo los plazos, esta vez a pasos agigantados, todavía falta un poco para que convenzan al resto del público. No tardará mucho. Mientras tanto a todos los críticos que pretenden saber lo que es un reloj inteligente, les diré una cosa:
cuando nadie quiere un smartwatch, al final todo el mundo acabará teniendo uno.
Artículo escrito por ComprarSmartwatch.es para Smartwatchmanía!
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