La compañía Xiaomi ya cuenta con una cuarta versión de la Mi Band, la pulsera inteligente que cuantifica los pasos, el sueño, el ritmo cardíaco y nuestra actividad física. Ya lo usamos desde hace un tiempo, y es momento de decirte qué opinamos sobre ella.
Tras un tiempo de uso, y experimentando con varias características, ya tenemos la oportunidad de contarte acerca de nuestra experiencia con ella. Esta es la Xiaomi Mi Band 4.
Marca distancia en diseño, pero ya encontró su estilo
Hay que reconocer que Xiaomi ha sabido dotar de personalidad a su MI Band con el paso de los años. Tras la nula pantalla de la primera versión, la experimentación en la segunda y el mayor despliegue en la tercera, esta Mi Band 4 resulta ser un equipo más maduro y que está mejor perfilado.
Es la primera versión de esta pulsera en llevar un panel AMOLED a color, frente a las letras blancas de las otras versiones. Sin embargo, es más evidente la pantalla en esta nueva edición, pues en la 3 permanece más escondida a las luces directas.
Perdemos, eso sí, el diseño redondeado del 3 y volvemos un poco a lo que la MI Band 2 ofrecía, pero con una pantalla color mucho más interesante.
De colores anda muy bien, pero debido al tamaño y a la cantidad de componentes no podemos tener un dimmer automático del brillo.
La buena noticia es que esta Mi Band 4 es compatible con las correas de la versión 3, y si has comprado algunas de otro material – yo tengo una de acero, la tradicional de plástico y una de tela – podrás intercambiar sin problemas.
Lo que sí ha cambiado es el cargador, que ahora se adapta al nuevo sistema de pines de esta versión. Hasta la 3, los pines se alojaban en el borde, pero ahora están en la cara opuesta del panel.
Uno de los cambios más evidentes es el botón de acciones. Ya no es un detrimento en el panel, sino que ahora se esconde debajo de él para ejecutar las acciones, como pagar las alarmas o cambiar ciertas partes del menú.
La pantalla táctil funciona muy bien, y responde sin problemas a los toques. Además, tenemos un panel ligeramente más grande respecto al modelo pasado, aunque no se nota mucho realmente.
Lo bueno es que podemos tener una experiencia inmersiva muy similar a la de la 3, pero en colores. Y, como toque diferencial, la pantalla más plana evita reflejos innecesarios.
Hablando de colores, ahora podemos personalizar nuestra portada con una enorme lista de carátulas que Xiaomi ofrece en la aplicación Mi Fit, la que debes instalar en tu teléfono para establecer algunos parámetros y permitir el acceso a funciones.
La protección al agua se mantiene, y los sensores cardíacos son un poco más grandes que la versión 3, así que nuestra medición de actividades mejora.
Nuevo software para la misma experiencia
El sistema operativo que lleva la Mi Band 4 está más optimizado para la pantalla a color y su sistema táctil. Para empezar, ya no requerimos accionar las tareas con el botón central, como en versiones previas. Ahora, podemos tocar directamente la pantalla para activar cada punto.
¿El gol? Ahora tenemos control de música en la pulsera, algo que no tiene ni el Huawei Fit o el Watch GT en cualquiera de sus versiones. Aquí, con un gesto lateral, accedemos al control de música para cambiar track, pausar, reproducir, retroceder y hasta aumentar o reducir el volumen.
Las animaciones son más suaves, y cada apartado cuenta con un color determinado, fácil de reconocer. También podemos ordenar cada pestaña desde la aplicación Mi Fit.
El problema es que, debido a la densidad de píxeles tan baja – 282 por pulgada, las letras sufren una deformación que no nos permite leer con comodidad los mensajes de WhatsApp o las notificaciones, y mucho menos responderlos. Pero no lo olvides: podemos leer notificaciones aquí.
La evolución del software radica en la sencilla manipulación del equipo. Todo es gestual y fácil de clicar, además de desplegar más información. Tenemos una MI Band que muestra en todo momento la batería que nos queda.
El bienestar es la clave
No es un reloj que distraiga mucho, y eso le da enormes ventajas. El punto fuerte de esta Mi Band no es, necesariamente, mostrarte la hora.Esta evolución, al mejorar los sensores biométricos, nos ayuda a llevar un mejor control en varias actividades:
Su resistencia 5 ATM le permite acompañarnos en la ducha y rutinas de ejercicios bajo el agua sin problemas.
Sus sensores más grandes nos permiten medir con mayor precisión los latidos del corazón.
Una mejor medición del ritmo cardíaco le permite al equipo gestionar mejor los datos obtenidos parea identificar nuestra etapa del sueño.
Una pulsera inteligente, al concentrar algunas actividades que podemos gestionar en la muñeca, nos aleja un poco del teléfono. Eso impacta positivamente en la vida de tu teléfono, sobre todo porque este equipo es compatible con Bluetooth 5.
El modo “No molestar” está mucho más a la mano, al igual que los ajustes de brillo de pantalla. Tenemos un localizador de teléfono que funciona muy bien, pues ya no existe tanto riesgo de desconexión como si pasa con el Mi Band 3.
Se mantiene la alerta de reposo, una función que te alienta a ponerte en actividad cuando detecta que te has quedado mucho tiempo sin hacer nada. La alerta silente es cada vez mejor, y se ha vuelto mi sistema favorito para despertar.
La gran ausencia es el GPS, y aun necesitamos el teléfono para registrar nuestras rutas al caminar o correr.
Autonomía tremenda, pero falta mejorar la carga
Y hablando de la batería, sus 135 mAh – que resultan ridículos frente a las medidas en smartphones – deja en ridículo a los smartphones. Hay una enorme diferencia entre estos equipos, pero realmente tenemos un smartwatch – a veces no la veo solo como una pulsera – que llega a una autonomía entre 15 a 20 días sin sobresaltos.
El problema es que, a pesar de esa cifra menor, no tiene una carga veloz. De hecho, el tiempo de carga desde el 5 hasta el 100% demoró poco más de hora y media.
En desempeño, la Mi Band 4 responde sin problemas a esa transición entre pulsera básica y smartwatch, con menos peso sobre la muñeca y más autonomía.
JjjjEsto es una preocupación menos para nuestra demanda energética, pero aun hay algunos ajustes en la medición real de pasos y latidos. Lo bueno es que desde la aplicación Mi Fit podemos enlazar nuestra cuenta de Google Fit.
¿Vale la pena?
Depende de donde vengas. Si tu salto es desde el Mi Band 3, no le veo necesidad. SI tienes la 2, hazlo. Es muy parecida en diseño, y ahora tiene color. SI vienes de un smartwatch que muere en día y medio o dos días, esta es una tremenda solución, y hasta más barata.
Desde hace unos 4 años uso relojes inteligentes, uno de los formatos que varía permanentemente y que aún no logra convirtiese en una necesidad para el grueso de los usuarios. Tuve la chance de probar un Moto 360, tres relojes de Huawei (el primer Watch con Android, el Fit y el GT de 42 milímetros), un Gear S2 de Samsung, un SW3 de Sony y, desde hace un par de años, Mi Band. En el momento de decidir, preferí quedarme con Xiaomi.
Tras un tiempo de uso, y experimentando con varias características, ya tenemos la oportunidad de contarte acerca de nuestra experiencia con ella. Esta es la Xiaomi Mi Band 4.
Marca distancia en diseño, pero ya encontró su estilo
Hay que reconocer que Xiaomi ha sabido dotar de personalidad a su MI Band con el paso de los años. Tras la nula pantalla de la primera versión, la experimentación en la segunda y el mayor despliegue en la tercera, esta Mi Band 4 resulta ser un equipo más maduro y que está mejor perfilado.
Es la primera versión de esta pulsera en llevar un panel AMOLED a color, frente a las letras blancas de las otras versiones. Sin embargo, es más evidente la pantalla en esta nueva edición, pues en la 3 permanece más escondida a las luces directas.
Perdemos, eso sí, el diseño redondeado del 3 y volvemos un poco a lo que la MI Band 2 ofrecía, pero con una pantalla color mucho más interesante.
De colores anda muy bien, pero debido al tamaño y a la cantidad de componentes no podemos tener un dimmer automático del brillo.
La buena noticia es que esta Mi Band 4 es compatible con las correas de la versión 3, y si has comprado algunas de otro material – yo tengo una de acero, la tradicional de plástico y una de tela – podrás intercambiar sin problemas.
Lo que sí ha cambiado es el cargador, que ahora se adapta al nuevo sistema de pines de esta versión. Hasta la 3, los pines se alojaban en el borde, pero ahora están en la cara opuesta del panel.
Uno de los cambios más evidentes es el botón de acciones. Ya no es un detrimento en el panel, sino que ahora se esconde debajo de él para ejecutar las acciones, como pagar las alarmas o cambiar ciertas partes del menú.
La pantalla táctil funciona muy bien, y responde sin problemas a los toques. Además, tenemos un panel ligeramente más grande respecto al modelo pasado, aunque no se nota mucho realmente.
Lo bueno es que podemos tener una experiencia inmersiva muy similar a la de la 3, pero en colores. Y, como toque diferencial, la pantalla más plana evita reflejos innecesarios.
Hablando de colores, ahora podemos personalizar nuestra portada con una enorme lista de carátulas que Xiaomi ofrece en la aplicación Mi Fit, la que debes instalar en tu teléfono para establecer algunos parámetros y permitir el acceso a funciones.
La protección al agua se mantiene, y los sensores cardíacos son un poco más grandes que la versión 3, así que nuestra medición de actividades mejora.
Nuevo software para la misma experiencia
El sistema operativo que lleva la Mi Band 4 está más optimizado para la pantalla a color y su sistema táctil. Para empezar, ya no requerimos accionar las tareas con el botón central, como en versiones previas. Ahora, podemos tocar directamente la pantalla para activar cada punto.
¿El gol? Ahora tenemos control de música en la pulsera, algo que no tiene ni el Huawei Fit o el Watch GT en cualquiera de sus versiones. Aquí, con un gesto lateral, accedemos al control de música para cambiar track, pausar, reproducir, retroceder y hasta aumentar o reducir el volumen.
Las animaciones son más suaves, y cada apartado cuenta con un color determinado, fácil de reconocer. También podemos ordenar cada pestaña desde la aplicación Mi Fit.
El problema es que, debido a la densidad de píxeles tan baja – 282 por pulgada, las letras sufren una deformación que no nos permite leer con comodidad los mensajes de WhatsApp o las notificaciones, y mucho menos responderlos. Pero no lo olvides: podemos leer notificaciones aquí.
La evolución del software radica en la sencilla manipulación del equipo. Todo es gestual y fácil de clicar, además de desplegar más información. Tenemos una MI Band que muestra en todo momento la batería que nos queda.
El bienestar es la clave
No es un reloj que distraiga mucho, y eso le da enormes ventajas. El punto fuerte de esta Mi Band no es, necesariamente, mostrarte la hora.Esta evolución, al mejorar los sensores biométricos, nos ayuda a llevar un mejor control en varias actividades:
Su resistencia 5 ATM le permite acompañarnos en la ducha y rutinas de ejercicios bajo el agua sin problemas.
Sus sensores más grandes nos permiten medir con mayor precisión los latidos del corazón.
Una mejor medición del ritmo cardíaco le permite al equipo gestionar mejor los datos obtenidos parea identificar nuestra etapa del sueño.
Una pulsera inteligente, al concentrar algunas actividades que podemos gestionar en la muñeca, nos aleja un poco del teléfono. Eso impacta positivamente en la vida de tu teléfono, sobre todo porque este equipo es compatible con Bluetooth 5.
El modo “No molestar” está mucho más a la mano, al igual que los ajustes de brillo de pantalla. Tenemos un localizador de teléfono que funciona muy bien, pues ya no existe tanto riesgo de desconexión como si pasa con el Mi Band 3.
Se mantiene la alerta de reposo, una función que te alienta a ponerte en actividad cuando detecta que te has quedado mucho tiempo sin hacer nada. La alerta silente es cada vez mejor, y se ha vuelto mi sistema favorito para despertar.
La gran ausencia es el GPS, y aun necesitamos el teléfono para registrar nuestras rutas al caminar o correr.
Autonomía tremenda, pero falta mejorar la carga
Y hablando de la batería, sus 135 mAh – que resultan ridículos frente a las medidas en smartphones – deja en ridículo a los smartphones. Hay una enorme diferencia entre estos equipos, pero realmente tenemos un smartwatch – a veces no la veo solo como una pulsera – que llega a una autonomía entre 15 a 20 días sin sobresaltos.
El problema es que, a pesar de esa cifra menor, no tiene una carga veloz. De hecho, el tiempo de carga desde el 5 hasta el 100% demoró poco más de hora y media.
En desempeño, la Mi Band 4 responde sin problemas a esa transición entre pulsera básica y smartwatch, con menos peso sobre la muñeca y más autonomía.
JjjjEsto es una preocupación menos para nuestra demanda energética, pero aun hay algunos ajustes en la medición real de pasos y latidos. Lo bueno es que desde la aplicación Mi Fit podemos enlazar nuestra cuenta de Google Fit.
¿Vale la pena?
Depende de donde vengas. Si tu salto es desde el Mi Band 3, no le veo necesidad. SI tienes la 2, hazlo. Es muy parecida en diseño, y ahora tiene color. SI vienes de un smartwatch que muere en día y medio o dos días, esta es una tremenda solución, y hasta más barata.
Desde hace unos 4 años uso relojes inteligentes, uno de los formatos que varía permanentemente y que aún no logra convirtiese en una necesidad para el grueso de los usuarios. Tuve la chance de probar un Moto 360, tres relojes de Huawei (el primer Watch con Android, el Fit y el GT de 42 milímetros), un Gear S2 de Samsung, un SW3 de Sony y, desde hace un par de años, Mi Band. En el momento de decidir, preferí quedarme con Xiaomi.