Este es nuestro análisis de la Mi Band 4 de Xiaomi, la nueva pulsera cuantificadora de la compañía china que acaba de llegar al mercado. Os contamos si vale la pena y si encontrarás algo mejor por el dinero que cuesta.
Era uno de los dispositivos más esperados de 2019. La Mi Smart Band 4 de Xiaomi, más conocida como Mi Band 4, se ha hecho de rogar y, tras llevar un año a la venta en algunos mercados asiáticos, por fin ha llegado a nuestro territorio (sin tener que esperar demasiado respecto al lanzamiento en China).
A comienzos de junio, Xiaomi presentó su nueva pulsera cuantificadora en China, y unos días después, en el evento de presentación del Xiaomi Mi 9T anunció su lanzamiento en España.
Como era de esperar, comprar una Mi Band (2019) en España durante los primeros días era algo complicado, ya que había una gran demanda y el stock de las diferentes tiendas no dio para satisfacer todos los pedidos. Nosotros llevamos desde el lanzamiento de la pulsera con ella, y ya podemos ofrecer su análisis.
Xiaomi Mi Band
Nueva versión de una de las pulseras más populares para hacer deporte. La Mi Band 4 cuenta con pantalla OLED a color más grande que la de la Mi Band 3, nuevos deportes que puede registrar, es sumergible, con batería para 20 días con medición de pulso cardíaco las 24 horas y control de la reproducción de música del móvil.
Se trata de una pulsera que no rompe con lo anterior, algo que sería un error teniendo en cuenta la buena acogida de la Mi Band 3, pero que mejora a su antecesora en todos los apartados. Antes de nada, os dejamos una ficha técnica con las características de la pulsera.
Mi Band 4 Mi Band 3 Pantalla OLED 0,95'' a color
240 x 120 píxelesOLED 0,78''Peso 22 gramos17 gramosBluetooth 5.04.1Correa Silicona (compatibles las de Mi Band 3)SiliconaBatería 125 mAh110 mAhProtección IP68 y 5 ATMIP68 y 5 ATMPrecio 34,99 euros24,99 euros
Diseño tradicional
Empezamos el análisis hablando del diseño, un diseño que no rompe con el pasado, pero que sí presenta algunas novedades. El tamaño de la cápsula es idéntico al de la Mi Band 3, y esto significa que las correas de la pulsera anterior, tanto las de silicona como las metálicas, son totalmente compatibles.
Al margen de esto, encontramos novedades aquí y allá. La primera es que la pantalla es más grande y en esta ocasión no hay una diferencia entre la propia pantalla y el botón capacitivo.
Ahora, botón capacitivo y pantalla (táctil) se encuentran al mismo nivel en una parte ''frontal'' que pierde el acabado redondeado en las esquinas para apostar por una pantalla ''plana''. Sigue contando con un diseño 2.5D debido a unos bordes ligeramente curvados, pero no es un diseño tan exagerado como el de la generación anterior.
A continuación, os dejamos una comparativa entre la Mi Band 3 y la Mi Band 4 en la que podéis comprobar tanto las diferencias de diseño como el brillo de la pantalla:
Es un diseño extremadamente conservador, pero, como decimos, Xiaomi ha tocado aquí y allá para renovar todos los elementos. El puerto de carga está en la parte inferior y no en uno de los laterales y el sensor de ritmo cardíaco es más grande que en la generación anterior.
La correa, eso sí, sigue siendo la misma de silicona con el cierre por ''clic'', y aunque es cómoda,, es cierto que la silicona no es el material que mejor hace que transpire la piel. El sudor se acumula en la zona, y más en verano, y lo mejor es que existen correas que, aún siendo de silicona, transpiran mejor al contar con ciertos orificios a lo largo del cuerpo.
El grosor sigue siendo notable, pero llevarla todo el día, y por la noche, no es incómodo y, aunque aumenta unos gramos de peso, no es algo que se note demasiado. Como decimos, líneas conservadoras, pero con decisiones de diseño que hacen que la cápsula sea algo diferente.
Pantalla a color más grande y con mejor respuesta
La pantalla es una de las claves del nuevo modelo. Ya hemos dicho que es más grande, ahora a color y con una resolución mayor, y eso se traduce en más información en pantalla. En la principal contamos, ahora, con el símbolo de Bluetooth, la batería, la hora y los pasos, y la monitorización se muestra, en la esfera por defecto, en un anillo similar al del Apple Watch.
Es una pantalla que se ve realmente bien y cuya respuesta táctil es perfecta. Si nos desplazamos en vertical tenemos diferentes elementos del menú (ejercicio, contador diario, tiempo, notificaciones, ritmo cardíaco, ajustes, extras...) y si, desde la pantalla principal, nos desplazamos a derecha o izquierda, accedemos al reproductor de música.
El brillo también es una de las interesantes novedades. Las dos generaciones anteriores de Mi Band presentaban el problema del bajo brillo con el tiempo (en cierto porcentaje de unidades vendidas) y la visualización a plena luz del día no era óptima.
Esto se arregla en esta pulsera que sí, cuenta con cinco niveles de brillo y que se ve estupendamente cuando el sol está en el punto más alto incidiendo directamente sobre la pantalla. El brillo es elevado y, además, cuenta con un modo noche muy interesante.
Xiaomi sigue sin ofrecer un sensor de brillo automático, algo que encarecería el dispositivo, y es cierto que es engorroso ir regulando a medida, pero en el punto tres sobre cinco, que es como la he llevado estos días, no he tenido problemas fuera de casa (y como se puede regular desde la pulsera, sin pasar por el móvil, podéis optimizar más aún de forma manual cuando estéis en interiores).
Lo que sí tenemos es una reducción de brillo y color cuando entra en juego el modo nocturno. Esto se puede programar para que, en una franja horaria, cambie el brillo y la activación, si lo deseamos, de forma automática para no molestar de noche.
Eso sí, aunque la pulsera sigue siendo sumergible, encontramos el mismo problema que la generación anterior: debajo del agua, o cuando nos estamos duchando, la pantalla se activa sola y no responde bien. Si queréis la pulsera de Xiaomi para controlar la música del móvil de manera inalámbrica cuando estáis nadando, os encontraréis con numerosos fallos.
Por lo demás, una pantalla que, como al resto de características, no podemos pedirle más por el precio del dispositivo. Y, además, es personalizable tanto con las esferas incluidas, que no son pocas, como con las personalizadas que podemos instalar realizando un pequeño truco.
Monitorización que cumple, pero no es perfecta
Una de las ventajas de tener una pantalla más grande es que entran más datos en pantalla sin tener que hacer scroll. Y otra de las ventajas, en la que profundizaremos más adelante, es la autonomía de la pulsera. Y no nos referimos a la batería.
Una de las grandes carencias de la Mi Band 3 era la excesiva dependencia de la app Mi Fit para funcionar, y algo que me molestaba mucho, sobre todo teniendo en cuenta que Fitbit lo tenía más que superado, era el no poder iniciar un ejercicio desde la Mi Band.
Ahora, como podéis ver en la imagen, eso cambia.
Más allá de la monitorización que se realiza constantemente (el ritmo cardíaco cada X minutos y los pasos), ahora podemos elegir cuándo empieza y termina el entrenamiento. No hace falta llevar el móvil encima para salir a correr, o para ir a nadar, o simplemente para hacer pesas, ya que la Mi Band permite iniciar el ejercicio y finalizarlo en cualquier momento.
Además de la natación, el ciclismo en exterior, el senderismo o la carrera, hay otro ejercicio, el ''ejercicio''. Hasta ahora no podíamos monitorizar las pulsaciones en tiempo real, ni el tiempo y la estimación de las calorías quemadas desde la Mi Band, pero con este nuevo ''ejercicio'', sí.
Si estáis en una bicicleta estática o haciendo pesas, y elegís ''ejercicio'' como deporte, la pulsera comienza la monitorización en directo del ritmo cardíaco, mostrando calorías, pulsaciones y tiempo de ejercicio en tiempo real. Es algo muy útil para tener esa sesión de entrenamiento registrada en Mi Fit.
Ahora bien, ¿qué tal la medición de la pulsera Mi Band de Xiaomi en lo que a pasos, calorías y pulsaciones se refiere? Bueno, no es lo mejor del mercado, pero por 35 euros no podemos pedir más. Me explico: en lo que a pasos respecta, no he notado diferencia frente a una Mi Band 3 o una Fitbit Charge 2, bastante más cara, y tampoco respecto al propio podómetro del móvil.
En el apartado de las pulsaciones, hay sensaciones encontradas. En reposo y en un ejercicio de pesas o bicicleta estática en un interior bien refrigerado, las pulsaciones varían en dos-tres pulsaciones menos frente a un pulsómetro pectoral.
No es una diferencia apreciable. Si nos vamos a carrera en exterior, con abundante sudor, la medición es buena, pero hay veces que los pulsos verdes no hacen buen contacto con la piel debido a la sudoración y la medición se vuelve loca, mostrando un pico positivo o negativo que no nos cuadra.
Eso sí, tengo calculadas, en un pulsómetro profesional, unas 130 pulsaciones en carrera continua a ritmo bajo y unas 155 pulsaciones a un ritmo mayor, y son las cifras en las que se mueve la Mi Band 4.
Las calorías, por su parte, dependen de muchas cosas, como nuestro metabolismo basal (Mi Fit sigue sin contar las calorías que quemamos al día ''por estar vivos'', como sí hace Fitbit, sino solo las ligadas a los pasos y el entrenamiento), las pulsaciones, el peso, la temperatura exterior... y lo único que hace es una estimación basada en las pulsaciones y el tiempo. Fin. Sirve para guiarnos, pero no es algo que debamos tomar como la verdad absoluta.
En natación, cuenta las brazadas, pero por la prueba no es algo demasiado preciso, sirviendo más para ver el tiempo que llevamos nadando y las pulsaciones (hay que apretar la pulsera algo más de la cuenta para que no haya espacio entre el sensor y la piel y, así, poder tener un registro ''fiable'' de las pulsaciones).
Algo que me ha gustado, y mucho, es precisamente algo que no vale para mucho. Y es que, si salimos a hacer deporte y la temperatura es elevada (algo que el dispositivo ''lee'' gracias al móvil), salta un aviso de ''ojo, hace mucho calor, ve a hacer deporte bajo tu responsabilidad''. Como digo, no sirve de mucho ya que ya sabemos que hace calor, pero sí puede ser útil para recordar que cojamos una botellita de agua o nos pongamos gorra.
Es decir, no es la pulsera más fiable del mercado, para eso debemos irnos a herramientas ''profesionales'', pero es una buena forma de controlarnos y animarnos a hacer deporte. Lo que no nos gusta tanto es que Xiaomi siga obligándonos a pasar por la app Mi Fit para ver las estadísticas del sueño.
¡Y ojo! No tenemos GPS integrado, ''tira'' del GPS del móvil, si lo llevamos a cuestas, cuando hacemos un entrenamiento al aire libre.