La tecnología aplicada al mundo del ciclismo ha cambiado mucho en los últimos años. Si hace 30 décadas las bicicletas eran de aluminio, pesadas y poco estéticas; en los últimos tiempos hemos visto como se ha evolucionado hacia materiales más ligeros como el carbono, que aportan mayor aerodinámica y belleza. Lo mismo pasa con la ropa o las herramientas electrónicas que han incorporado progresivamente profesionales y cicloturistas, y que les permiten medir mucho mejor el esfuerzo y controlar el desgaste en la práctica del ejercicio.
Sin embargo, la seguridad seguía siendo la gran asignatura pendiente. Ahora, Trek, a través de su marca de componentes y accesorios Bontrager, presenta 'WaveCel', una innovadora tecnología que llega al mercado dispuesta a cambiar el concepto de fabricación de cascos. “Queremos cambiar el mundo consiguiendo que cada vez más gente monte en bici y nos hemos comprometido a hacer del ciclismo un deporte más seguro y más accesible para todos", afirma el presidente de la compañía, Jonh Burke. 'WaveCel' es un material de celdas retractil que cubre el interior de los cascos y es, según la empresa, 48 veces más eficaz que la espuma EPS convencional que hasta ahora amortiguaba los impactos en caídas. Está especialmente desarrollada para prevenir conmociones cerebrales y Alberto Contador, que disputó el último año de su carrera deportiva en el equipo World Tour patrocinado por la firma, lo ha bendecido en redes sociales.
Los cascos no serán exclusivos para el ciclismo de ruta, también los habrá para mountain-bike y ciclismo urbano. Eso sí, no son baratos pues su precio oscila entre los 150 y los 250€ dependiendo del modelo. 'WaveCel' ha sido desarrollado durante cuatro añós por el cirujano ortopédico Steve Madey, en estricta colaboración con el ingeniero mecánico Michael Bottlang y el Instituto Nacional de Salud de EEUU. A diferencia de los cascos de espuma que ya conocemos, esta 'malla inteligente' tiene en cuenta el modo en el que se producen la mayoría de los accidentes en el ciclismo, es decir: por caída brusca, con giros, vueltas e impactos en diferentes ángulos.
Así, la celda absorbe la energía de diferentes formas. Dependiendo de en qué parte se haya producido el golpe, las capas del 'WaveCel' se flexan de manera conjunta y luego se deslizan para dispersar el impacto y evitar que este llegue a la cabeza. Según estudios de laboratorio, en 99 de cada 100 veces este sistema impide una fuerte conmoción cerebral, protegiendo la vida del ciclista como nunca antes.
En España, 78 ciclistas murieron en las carreteras debido a atropellos en 2017, por los 36 de 2018, aunque este último dato teniendo en cuenta solo zonas interurbanas. Con esta nueva tecnología Trek contribuye a dotar de mayor seguridad la práctica del ciclismo. Un nuevo paso para tranquilidad de aficionados y familias.
