Quién diria que además servirían para aclarar asesinatos
En diciembre de 20015 Richard Dabate llamó a emergencias. Su mujer había sido víctima mortal de un allanamiento en el que el agresor, un "hombre alto y obeso" le había disparado a la cabeza.
Dabate alegaba que su mujer había muerto en estas circunstancias y a una hora concreta, pero todos sus argumentos se han venido abajo tras el análisis de la pulsera Fitbit de su mujer demostró que su coartada no podía ser cierta. Eso llevó a la resolución del caso y a la detención de Dabate.
Fitbit le hunde la coartada al sospechoso
El acusado afirmaba entonces que el agresor tenía una voz profunda "similar a la del actor Vin Diesel" y que llevaba máscara y ropa de camuflaje. En la mañana de su muerte la mujer fue grabada por el circuito cerrado de televisión del gimnasio local al que asistía.
Richard Dabate y su ahora difunda mujer, Connie.
Además de ello los investigadores descubrieron los mensajes que Dabate había intercambiado con su mujer en los últimos tiempos, además de los que el sospechoso había enviado a su amante, embarazada y que parece haber sido el motivo del homicidio.
En uno de los mensajes Dabate le decía a su mujer que quería el divorcio, una petición que coincidía con gastos en hoteles, clubs de striptease o compras de flores para su amante. Las heridas de bala de su mujer provenían de una Magnum .357, el mismo modelo que Dabate había comprado unos meses antes.
La tecnología que nos monitoriza y nos escucha, clave para estos casos
La policía utilizó todos esos datos para crear un recorrido histórico de todo lo que había pasado y demostró que todo ello contradecía la versión del marido. El fiscal encargado del caso indicó que los registros del FitBit fueron "una gran herramienta para los investigadores".
Richard Dabate junto a sus abogados en una vista previa hace unos días.
Este nuevo incidente demuestra que los wearables y los dispositivos que ya comienzan a formar parte de nuestros hogares conectados se convierten en potenciales aliados de cualquier investigación criminal.
No hace mucho contábamos cómo un asesinato en Estados Unidos podría haber sido aclarado gracias a la presencia de un Amazon Echo que podría haber grabado las conversaciones y sonidos que se estaban produciendo en el domicilio en el que se produjeron los hechos. Otra pulsera Fitbit también fue de gran ayuda en un caso en Canadá, y estos sucesos reabren ese debate sobre la privacidad y cuándo se debería ceder el acceso a esos datos.