Junto a los nuevos Mate 30, Huawei renovaba su línea de smartwatches con el Huawei Watch GT 2. Una nueva generación que mantiene autonomía y asalta, de nuevo al margen de Wear OS, al perfil de relojes inteligentes más básicos. Tras probarlo durante algo más de un mes, este es nuestro análisis.
Es habitual que los dispositivos con mayor autonomía sean también aquellos que en menos ambiciosos en su funcionamiento. La nueva iteración de Huawei intenta escapar ligeramente de esta catalogación bajo su sistema propio, Lite OS, y un procesador que está diseñado ahora por el founder de la misma casa china, el Kirin A1.
De nuevo, llega en los dos tamaños de 42 y 46 mm –este último es el que probamos, que se vende a 249 euros–, además de en dos versiones para cada uno: Sport y Classic. Hay diferencias entre ambos, además del diseño, que en el formato más grande llega con micrófono y altavoz para la realización de llamadas.
En cuanto a su formato, Huawei no realiza apenas cambios estéticos en el Watch GT 2. Su cuerpo es voluminoso, y la interacción será táctil y con la presencia de los dos botones que parecen –pero no son– coronas. Vemos no obstante que en esta edición se utiliza un cristal templado en 3D, por lo que este queda completamente expuesto a la interacción táctil –y a los elementos–, siendo más cómodo de manejar pero también algo menos protegido. Es algo más fino en la edición de 42 mm, pero también la mitad de autónomo, con 7 días de uso oficiales.
Huawei Watch GT 2, en el día a día
Hasta el Apple Watch Series 5, los smartwatches apagaban su pantalla de forma general para ahorrar en autonomía. Si bien aquí no se mide en horas sino en días, el Huawei Watch GT 2 cuenta con un modo de pantalla siempre activa. En este modo solo se puede ver el reloj, y no es la esfera seleccionada principal, sino a elegir entre una digital y otra 'analógica', sin seguimiento de actividad o notificaciones.
Cuenta también con un modo para mantener la pantalla activa durante los próximos 5 a 20 minutos, a seleccionar, en el que sí que es completamente funcional desde el momento en el que se activa. Esto es especialmente útil cuando los relojes tienen el tic de apagar la pantalla demasiado rápido –también configurable, de 10 a 20 segundos– para economizar al máximo, en ocasiones dejándote a medio realizar una tarea.
El problema es que este modo, así como la medición de frecuencia cardíaca de forma continua en lugar de 'inteligente', están activados por defecto, y conforme vamos activando esta serie de funciones y dando uso al reloj, la autonomía se va alejando progresivamente de las dos semanas de las que habla Huawei.
En nuestro caso de uso como reloj inteligente, y todavía no deportivo, la autonomía puede rondar fácilmente los diez días. No obstante, en estas cerca de 5 semanas lo hemos cargado cerca –si no alguna más– de cinco veces. Esto es algo esperable: cuantas más características se utilizan, o de forma más intensiva, la autonomía cae en picado.
La autonomía sigue siendo excelente aun activando funciones más exigentes
En cuanto a su control, queda bastante por detrás del Apple Watch –con su corona–, o del Galaxy Watch Active2 de Samsung, con su borde táctil. Aquí la interacción enviará predominantemente el dedo a la pantalla, realizando gestos de scroll por la interfaz, lo que hace que tapemos buena parte del contenido con el que se interactúa. Sus botones parecen poco aprovechados: el superior vuelve al inicio, el inferior puede configurarse a una de las funciones del reloj. Por defecto serán las actividades deportivas, aunque se puede fijar a la música, la actividad, el altímetro o cualquiera de las otras funciones.
Tiene decididamente mucho por hacer el Watch GT 2 en cuanto a la extensión de sus funcionalidades por medio de aplicaciones. Este no cuenta con servicios externos, como sí podemos encontrar en los otros dos referencias, por ejemplo aplicaciones de Spotify o servicios por el estilo. Tampoco es posible interactuar con las notificaciones, más allá de leerlas y descartarlas: no podrás contestar a los mensajes directamente desde el reloj. Sería fantástico aprovechar el micrófono, con reconocimiento de voz, para poder responder de forma rápida.
A cambio, este GT 2 llega con una memoria interna en la que cabe algo más que las propias aplicaciones del sistema. Podemos utilizar los algo más de 2 GB presentes ahora para almacenar música –Huawei habla de unas 500 canciones–, que podemos reproducir en el propio altavoz del reloj (?) o a través de unos auriculares inalámbricos. El altavoz es contundente, quizá demasiado, y no se ajusta al nivel de ruido externo.
Música interna, altavoz y llamadas, pero poco control e interacción con el dispositivo principal
El problema, es que la transmisión de archivos, a pesar de contar con el más reciente Bluetooth 5.1, es muy lenta con cerca de un minuto para cada canción. También podemos, controlar la reproducción del móvil desde la muñeca, aunque solo en la aplicación de música de Huawei. Esto es, solo la música local del dispositivo, olvida controlar Spotify o tu reproductor de Podcast desde la muñeca.
Huawei Watch GT 2 'Sport'
Uno de los grandes nichos al que atacar si eres un fabricante de relojes inteligentes es el mundo de deporte, o más bien del fitness. Aunque la era de los cuantificadores quedó en segundo plano, su 'espíritu' puede encontrarse tras las funciones de minutos activos o conteo de pasos en los relojes.
Y por supuesto, a estas alturas, la industria ha ido mucho más allá. Con la inclusión de GPS y detección de movimiento avanzada y un Kirin A1 –ahora con la mitad de consumo y hasta un 30% más de rendimiento sobre la versión previa, según la marca– , el Huawei Watch GT 2 abraza el más es mejor, acumulando hasta 15 actividades que van desde la carrera –ahora con planes de entrenamiento– hasta el triatlón, pasando por deportes de interior como remo o la bicicleta elíptica. Demasiadas actividades, donde muchas de ellas son su réplicas para in/out-door correr y en interiores, montar en bici y en interiores, nadar y en exteriores.
Parecen demasiadas actividades, quizá por la organización y la forma de mostrarse, que se vuelve algo confusa cuando vamos a iniciar alguna de ellas. Un detalle es que están todas preconfiguradas para funcionar con 'recordatorios', esto es, avisos del tiempo que hemos estado ejercitándonos, a qué intensidad y a qué pulso... en inglés y a todo volumen. Esto es algo molesto, pues son hasta 10 segundos que pueden hacerte llamar la atención, y no poco. Por desgracia, aunque se puedan desactivar, hay que hacerlo cada vez de forma manual, lo cual acaba suponiendo una barrera para usarlo.
Como decía, la autonomía del dispositivo se ve reducida cuando vamos activando funciones, y el deporte no es una excepción. De hecho, diría que la función que más batería consume, por encima de la medición cardíaca continua, está el GPS. Por suerte, la continuidad del posicionamiento dependerá del tipo de actividad que estemos realizando: será más intensa en carrera que andando por la montaña, donde nos movemos más despacio. Esto puede marcar la diferencia entre un consumo cercano al 10% de batería cada hora, o la mitad.
La medición del pulso es orientativa, aunque en ocasiones no mucho
Esta autonomía, junto a una precisión de la medición del pulso más bien errática –puede pasar sin detectar sesiones completas en bici de más de una hora–, ha hecho que dejara de usarlo de forma activa para hacer deporte –sigo confiando en mi Garmin para ello–, aunque siempre lo he llevado puesto, con alguna salvedad. El modo natación es especialmente útil para llevar la cuenta de la distancia nadada, así como el pulso, y también reconoce el estilo.
Otras funciones y características
- Altímetro. A través de la presión, es capaz de medir la altura. Esta es relativamente precisa, y acumulará la subida en las actividades, aunque no es perfecta: depende de las condiciones meteorológicas y no lo contrasta con si estamos parados o no.
- Brújula. No con la mayor de las velocidades, pero sí: apunta al norte.
- Carga. A pesar de ser uno el primer fabricante en implementar la característica, el Watch GT 2 se niega a cargarse inalámbricamente al situarlo detrás del Huawei Mate 30 Pro con la opción activada.
- Correas. Son de cierre rápido, y compatibles con las del Huawei Watch GT original.
- Estrés. Hay un registro del pulso y tensión que excluye los periodos de mayor actividad física, y lo relaciona con el estrés de forma continua. Emparejando el reloj con un dispositivo iOS no es posible activarlo, tampoco con un Android hasta que no fue un Huawei.
- Idioma. Aunque esté configurado en español, las alertas durante la actividad suenan en inglés.
- Llamadas. Es posible recibir y realizar llamadas desde el propio reloj, aunque a través del teléfono, gracias a su altavoz y micrófono integrado. Funciona, aunque difícilmente justifica el espacio dedicado al altavoz por sí solo, como tampoco lo hace la reproducción de música o las alertas durante una actividad.
- Referencias. Buena parte de las implementaciones de salud están justificadas, y también referenciadas a estudios –mayoritarimente de China– en publicaciones relevantes en su campo.
- Sueño. Mide la cantidad de horas que dormimos, y cuántos minutos pasamos durante la noche en sueño profundo, ligero, REM y despiertos. Valora cada uno de los apartados, y también las siestas: si son muy largas, puntuará negativo.
El Huawei Watch GT 2 es un buen complemento al smartphone y puede hacer las veces de puerta de entrada a un estilo de vida más activo y saludable. El registro de actividades en un buen rango deportivo, es sin duda un buen comienzo, pero no llega a algo más serio si de verdad queremos medir entrenamientos.
Desafortunadamente, este intento queda también corto como reloj inteligente. Lejos ya de Wear OS –y menos mal, a la vista del estado del Mate 30–, el sistema de Google, carece de ecosistema de aplicaciones propio que pueda extender el uso a los principales servicios. Y esto incluye tareas básicas como la respuesta a los mensajes o el control de la reproducción.
Huawei suple estas carencias a través de una autonomía que es realmente estupenda. Olvidarte de cargar el reloj durante una semana –activa, eso sí– puede dar el atractivo que una carga diaria no, según lo que busque el usuario. Si en esta búsqueda se incluye un reloj realmente avanzado y que facilite o mejore el día a día, queda a medias.
En cualquier caso, es posible que veamos el Huawei Watch GT 2, que llega por 249 euros, próximamente en packs de la marca junto a otros dispositivos, lo cual puede ser el punto de apoyo definitivo que justifique su compra.