El mercado de los dispositivos de muñeca, en el que Google ha decidido tomar una posición dominante con la compra de Fitbit, crece a un ritmo anual del 20 % y para finales de año se venderán en el mundo casi cinco relojes y pulseras electrónicas cada segundo.
La consultora estadounidense IDC calcula que las ventas mundiales de lo que se conoce como "wearables" (dispositivos tecnológicos ponibles) específicos para la muñeca ascenderán este año a 152,7 millones de unidades, entre relojes inteligentes y pulseras electrónicas, un 21,7 % más que en 2018.
El reciente anuncio de que el mayor buscador mundial está dispuesto a pagar 21.000 millones de dólares por una de las pioneras de las pulseras electrónicas -una operación aún pendiente del aprobado de las autoridades de defensa de la competencia- da idea del gran atractivo del sector de los "gadgets" de muñeca.
El sector está encabezado por Xiaomi, que en el segundo trimestre del año vendió 5,9 millones de unidades de su popular familia de pulseras Mi Band, líder indiscutible en el rango de precios más bajos. Se trata de un 42,2 % más que un año antes, lo que le ha permitido hacerse con una cuota de mercado del 17,3 %.
Sin embargo, los expertos apuntan que el mercado de las pulseras electrónicas tiene poco recorrido e, incluso, hay consultoras que dicen que ha tocado techo. En cambio, el de los relojes inteligentes ("smartwatchs") avanzó el 42 % interanual en el tercer trimestre, según Strategy Analytics.
Entre los "smartwatchs" el líder absoluto es Apple, que fabrica prácticamente la mitad de los que se venden en todo el mundo (48 %) y en el tercer trimestre elevó más de un 50 % sus ventas.
Con semejantes cifras, Apple es también la segunda que más dispositivos de muñeca vende en general, aunque el precio medio de sus Apple Watchs (448 dólares) hace que sea la que más factura.
Su cuota de mercado es del 14,8 %, una cifra que previsiblemente aumentará para final de año con el reciente lanzamiento de su Series 5.
El tercer mayor vendedor de "wearables" de muñeca es Huawei, con una cuota del 6,6 % y un incremento del 175 % interanual, pese a que vincula sus dispositivos a sus móviles.
Aunque sus teléfonos son los segundos más vendidos del mundo, existe cierta incertidumbre en torno a ellos por las trabas impuestas por la Administración de Donald Trump a los productos del fabricante chino.
En cuarto lugar figura la estadounidense Fitbit, con 3,5 millones de unidades vendidas, lo que supone un incremento del 32 % interanual y le reporta una cuota del 10,1 %.
Está por verse cómo evolucionarán sus ventas cuando Google tome las riendas de la empresa, ya que aún no se sabe qué planea hacer con una compañía que lleva tiempo con dificultades para competir, especialmente en la gama de relojes, donde en el último año ha perdido cuatro puntos de cuota de mercado (del 15 al 11 %, según Strategy Analytics).
El quinto mayor fabricante de dispositivos de muñeca es la surcoreana Samsung, que vendió en el segundo trimestre 11,7 millones de unidades, el 9,4 % del total y casi el doble que un año antes (195,1 %) gracias al impulso logrado con sus pulseras de bajo coste Galaxy Fit.
Esta compañía también liga sus productos a sus móviles, los más vendidos del mundo, y, al contrario que Fitbit, es potente en el ámbito de relojes, donde goza del segundo puesto mundial (con una cuota del 13,4 %), tras incrementar un 73 % sus ventas en el tercer trimestre.
La operación de Google podría ayudar a cambiar esta radiografía del sector de los "gadgets" de muñeca, aunque no es la primera ocasión en que el buscador toma posiciones en este creciente mercado a base de compras: En enero pagó 40 millones de dólares por la división de desarrollo de relojes inteligentes de Fossil.
Los relojes inteligentes de Fossil funcionan sobre Wear OS, el sistema operativo para "wearables" de Google, que sin embargo, y al menos de momento, no fabrica dispositivos.
La compra de Fitbit le permitiría, además de entrar en el mercado directamente a una posición privilegiada, hacerse con datos sobre el estado físico de los 28 millones de usuarios activos que tiene la plataforma, cuyos dispositivos miden parámetros como ritmo cardíaco, actividad, peso, y tiempo y calidad del sueño.
Por el momento, ambas compañías han insistido en que los datos no se usarían con fines publicitarios y que los usuarios podrán revisarlos e incluso borrarlos.