Las ventas de relojes inteligentes crecieron un 56% en el último trimestre de 2018 para cerrar el mejor año de la historia. Curiosamente, la explosión de ventas está coincidiendo con el parón de ventas de smartphones a los que se tienen que conectar la mayoría.
“El crecimiento de los smartwaches está aumentando, ya que los consumidores buscan personalizar sus teléfonos inteligentes y llevar la conectividad digital a sus muñecas”, explican los analistas de Strategy Analytics al presentar unos resultados que aún con retraso sobre lo previsto, ahora sí confirman las optimistas previsiones de la industria sobre este tipo de dispositivos.
Las ventas de relojes inteligentes ascendieron a 18 millones de unidades en el último trimestre de 2018 para totalizar 45 millones en todo el año. Ambos valores son de récord. Y sí, los relojes inteligentes son los que tiran del carro del mercado del wearable.
Apple sigue siendo el gran líder del segmento vendiendo uno de cada dos smartwatch que se venden en el mundo con su serie Watch. Sin embargo, ha perdido 16 puntos porcentuales de cuota de mercado en 2018 a medida que los competidores aumentaron sus ventas en mayor proporción.
Eso sí, la distancia todavía es amplísima y Apple con 22,5 millones de unidades vendidas en 2018 multiplica por cuatro las ventas de sus principales competidores, Samsung y Fitbit.
Samsung superó a Fitbit en el cuarto trimestre y está en plena tendencia al alza. Como ocurre en smartphones, debe ser el principal rival de Apple. Recientemente presentó tres nuevos wearables, si bien se echa de menos un mayor acuerdo con Google para posicionar la plataforma Wear OS dervivada de Android.
Fitbit, especializado en pulseras cuantificadoras, también posicionó bien sus smartwatches en 2018 vendiendo 5,5 millones de unidades y manteniendo por poco el segundo puesto global. Garmin, líder en pulsómetros, completa el top-4 con sus relojes enfocados a actividad deportiva. El segmento está al alza. Lo seguiremos en próximos trimestres.